
Sostenibilidad
Humus de lombriz: qué es y beneficios para la agricultura
Este abono nace de un proceso llamado vermicompostaje y destaca porque biodegrada la materia orgánica a gran velocidad.
Este abono nace de un proceso llamado vermicompostaje y destaca porque biodegrada la materia orgánica a gran velocidad.
En las zonas de bajas emisiones se intenta reducir la contaminación y se prohíbe el acceso a vehículos que contaminen demasiado.
La agricultura ecológica pretende que sigamos sembrando las mismas frutas y hortalizas de siempre, pero haciéndole menos daño al planeta.
La cadena trófica explica la relación alimentaria que existe entre diferentes tipos de seres vivos dentro de un mismo hábitat.
Estos tres términos se utilizan mucho para hablar de la reducción del impacto medioambiental, pero ¿en qué se diferencian exactamente?
El CO2 no es el único gas de efecto invernadero que no ayuda a frenar el cambio climático y supone un riesgo para el planeta.
A diferencia de los productos no biodegradables, aquellos que son biodegradables se descomponen de forma natural en el medioambiente.
Este tipo de componente es prácticamente invisible para el ojo humano, pero eso no quita que sea perjudicial para el medioambiente.
Estos elementos químicos se usan durante la combustión, ya que sirven para liberar una gran cantidad de energía calorífica.
Estos dos conceptos guardan muchos parecidos entre sí, pero también hay una distinción muy importante que deberías conocer.
Los desechos de este producto se pueden aprovechar para conseguir biocombustible, reducir la emisión de metano y ayudar a la sostenibilidad.
La biocenosis, el biotopo y el ecosistema están relacionados entre sí y son fundamentales para que exista un equilibrio ecológico.
Gracias a la trazabilidad ambiental se puede establecer una hoja de ruta con todos los procesos que ha vivido un producto a lo largo de su vida.
El upcycling es un conjunto de procesos que se encarga de transformar un producto que pensabas desechar en otro nuevo y de mucho más valor.
Ahorrar agua y electricidad, reciclar o incorporar las energías renovables en nuestro día a día son algunas soluciones para cuidar el planeta.